
“Señor Fernández, muy buenos días, soy Martina, de la embajada del Perú”.
Ah, como esta señorita Martina, en que la puedo servir?.
Ella prosiguió: “Tengo un mensaje para Usted, El embajador Alberto Salas desea hablar con Usted personalmente. Podrá venir a la embajada el próximo viernes a las 12?.
Como no señorita Martina, allí estaré.
Mientras me dirigía al metro Hradcanska, para ir al hospital de Ginecología UPMD, pensaba en Martina y su castellano que cada vez era mas perfecto. Al mismo tiempo me decía: “Que bien, finalmente el Embajador Salas ha atendido mi pedido de canalizar mi denuncia de rasismo a la comisión de las minorías en el Parlamento Checo”. Porque es justo denunciar las cosas, el abuso y racismo sobretodo para que algunos checos, escasos de neuronas, sean sancionados o advertidos por su propio parlamento mas aun cuando hay una comisión parlamentaria que defiende a las minorías, es decir a los extranjeros en el exterior. Tendrá aun mas peso si esa denuncia se hace a través de la embajada peruana.
El día de ayer 5 de febrero recordaba con nostalgia el cumpleaños de un mochero de pura sepa, profesor de Cartavio y Casa Grande, mi querido abuelo Valentín, que en el cielo descansa, sus clases magistrales de historia y geografía que daba a mis hermanos mayores dejo en mi una buena herencia. Un verdadero maestro, siempre he admirado el don que Dios le dio, además aprendí gracias a él la crianza de animales y algo de agricultura también a jugar las cartas, la famosa timba “golpeadito”. A pesar que día a día mis hermanos y yo nos turnábamos en flotarle sus piernas sin saber que hacer para aliviar el insoportable dolor debido de la neuropatía y la isquemia producto de la Diabetes que acabo con nuestro querido Abuelo dejo de existir físicamente el abuelo perfecto pero nos dejo a toda la familia la mejor herencia, el estudio y la enseñanza.
La nostalgia y el recuerdo familiar se detuvo cuando Tinka una amiga peruana quechua hablante me comentaba del trato indiferente de los señores Diplomáticos peruanos de la Embajada Peruana en Cuba. Lo mismo ocurrió con Francisco un peruano que actualmente trabaja en África en una empresa telefónica cuando mas necesitaba el apoyo de la embajada peruana fue ignorado pero gracias a otras embajadas latinoamericanas pudo resolver sus trámites y poder seguir en sus labores. Max, que trabaja como ingeniero en España, tuvo que postergar sus trámites de certificación consular porque los señores de la Embajada querían que pague doble por el mismo tramite, un abuso total, pero nuestro compatriota no permitió la picardía peruana del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Lo mismo ocurrio con Rosario quejándose del consulado de Barcelona y su pésima atención que segun sus mismas declaracione es “El consulado de Barcelona una porquería”.
El compatriota Marco López denuncio en RPP y la prensa peruana la golpiza que recibió en diciembre pasado rompiéndole el labio en el mismo consulado de Torino por parte un diplomático peruano cuando exigía sus derechos por un abuso del tramite consular. Estos son solo unos cuantos de los miles de abusos departe de estos señores diplomáticos “Las Vacas Sagradas”.
Mientras pensaba en todo esto ya daban las 12 del mediodía, me dirigí a la embajada donde tenia la cita con el señor embajador Salas Barahona. Llegue a las 12 en punto, la señorita secretaria me recibe muy amablemente me indica que tome asiento en la sala de espera. Cuando me dirijo a tomar asiento me percato, casi como de costumbre que voy a la embajada dos cosas, la primera que la oficina del señor cónsul Luis Enrique esta como siempre abierta y el o atiende a un peruano o esta trabajando escribiendo en la computadora lo que me parece normal porque para eso le pagan. Pero al lado de la sala de espera esta siempre o abierta o semi abierta la puerta del otro funcionario de la embajada, del señor ministro Pedro Rey, que siempre las veces que he ido lo veo leyendo una revista o algo, en realidad no se cual es la función de este señor que tiene el alto cargo ministro, con un alto sueldo también pero en esta ultima vez que acudí tenia a todo volumen prendidos los parlantes de su computadora, se podrá concentrar este señor con tanta bulla dentro de su oficina?. No lo se. Pero lo que si se, es que siempre lo veo bien relajado, postrado y sentadazo como lo dice su apellido todo un “Rey” con la plata de todos los peruanos. Ah, me olvidaba!!! Semanas atrás cuando conversó conmigo personalmente para “disculparse” de su incapacidad laboral me dijo, muy orgulloso: “Nooo, si yo soy aprista”.
Yo me decía: “Que pensara este señor Rey, miembro del Opus Dei ”? Porque es aprista le voy a tener miedo? Pobre señor si es que será aprista porque los diplomáticos son “todistas” se acomodan el cualquier gobierno, son mas comodines, hoy son apristas, mañana Toledistas, pasado serán tal vez Humalistas o Baylistas.
Solo me limite a decirle: “Que bueno que sea aprista porque yo no lo soy, ni pienso serlo”.
Bueno, así fue el primer vistazo en el interior del consulado este 6 de febrero mientras esperaba a que el señor embajador Salas me hiciera pasar a su oficina para la reunión citada.
La secretaria posteriormente entro a la oficina del cónsul Luis Enrique, después se acerco, nos saludamos. Pase por favor el embajador desocupado, puede pasar. Yo estaba con mi cachorrita, mi perrita Berticka, no la pude dejar sola en casa así que la traje conmigo a la embajada peruana. El señor cónsul Luis Enrique, gordito bonachón, me pidió de buenas maneras que mejor deje a la perrita en la sala de espera.
Pero esta cachorrita, como la puedo dejar sola?. No, me dijo el señor embajador no lo va a tomar bien.
Bueno, esta bien, le respondí, hice tres intentos para dejarla a Berticka en la sala de espera pero la bandida no se desprendía de mi. Le hablaba en checo y en español pero Berticka no hacia caso y de eso el señor cónsul fue testigo. No intente mas, así que tome a Berticka y le dije al señor cónsul disculpe pero si el señor embajador no desea que entre con mi perrita pospondremos la cita. Era lógico porque mi perrita vale mas que cualquier embajador.
Entramos a la oficina, el cónsul un poco preocupado por la manera como el señor Salas reaccionaria. El embajador ni bien nos vio nos saludamos muy amablemente. El embajador prosiguió: “Buenos días doctor Fernández, pase, tome asiento” un poco desubicado estaba el señor embajador al verme con Berticka pero lo bueno que no dijo nada. Mas aun la perrita recibió halagos innumerables del señor embajador. Berticka como si conociese de diplomacia se arregosto en mis brazos, no quería echarse en el sillón de cuero fino que adornan la sala del embajador.
El señor Salas, vestido muy elegante, brillaba como una joyería fina, cuatro anillos grandes en sus dedos cada uno de diferente tipo y tamaño. Un terno fino que en cada momento parecía que cambiaba de color y una corbata con un ganchillo – acoplo de oro que sujetaba su colorida corbata y unos gemelos tambien de oro que sujetaban los punos de su camisa, iluminaba todo la imagen del senor embajador, mas oro no podia caber en tan honorable persona, una elegancia de oro impresionable, como dicen aquí los checos parecía “Un Gitano de Carrusel”.
Cuando ya estaba sentado con Berticka en mis piernas el senor embajador empezo a decirme: “Doctor Fernández (a mi no me gusta que me digan doctor, solo mis pacientes mujeres pero igual deje que siga con su “doctor”), me he enterado que Usted tiene un Blog, el cual he leído y a nombre del servicio diplomático quiero decirle que nos molesta lo que Usted escribe porque si Usted tiene que hacer una denuncia hay los canales necesarios en el Ministerio de Relaciones Exteriores para hacer esas denuncias además este es un ministerio el mas antiguo del Perú. Y eso lo que Usted escribe ha causado malestar, me han llamado desde Lima por esto”.
Yo, un poco decepcionado le respondí: “Señor Salas, agradezco su invitación pero pensé en todo momento que Usted me iba ayudar a canalizar la denuncia de maltrato racial en la comisión de las minorías en el parlamento checo porque Usted conoce esa comisión. Como veo es mas importante, para Usted, lo que escribo del servicio diplomático que un apoyo verdadero de parte suya de brindar apoyo a un peruano que quiere denunciar una actitud racial para que esto no se repita, y no le ocurra a otro peruano ni extranjero. Que lastima señor Salas!.
El embajador intervino para decir: “De eso nos ocuparemos en la segunda parte de la conversación”.
Presente en dicha reunión se encontraba el cónsul Luis Enrique, no intervenía en nada solo estaba sentado anotando todo lo que se hablaba en un cuaderno. Pero eso no me preocupaba. Parecía un juicio sumario.
Continué con mi intervención diciéndole al señor embajador Salas: “Que lo escrito es la pura verdad, es no solo lo que pienso sino también el de miles de peruanos, como reflejan los emails y mensajes recibidos de diferentes partes del mundo”. (Mientras tanto, miraba todo el oro que del señor Salas irradiaba y entre mi decía: Como es la vida, todo ese oro que lleva encima dicho señor es del pueblo, de sus impuestos).
Después de decirle algunas opiniones mías deje un espacio para que el embajador también replique y el continuo:
“Doctor, Fernández, en su Blog me ha sorprendido sobretodo de Usted, que es un doctor, que trate al servicio que yo represento de “Ratas”. Ahí si que usted se paso, doctor. Cuando leí eso, ya no quise leer mas”.
Claro que el señor embajador ya no quiso leer mas no porque ya no quería sino porque ese fue la parte final del articulo “Dinero Peruano al Desagüe”.
Mientras el señor embajador seguía hablando y sufriendo en nombre de su Cuerpo Diplomático porque el articulo tan sincero que escribí. Yo seguía rascándole su pancita a Berticka, ella dormidita y yo disfrutaba del dolor razonable del señor embajador Salas porque la verdad duele mas que la mentira.
El embajador continuo y me insinuó una amenaza: “Cuidado con lo que escribe porque ha alguien no le puede gustar y lo puede denunciar”.
Inmediatamente le dije: “Con mucho gusto señor me ahorra trabajo porque mi meta no es solo escribirlo en un Blog, esto es solo un inicio. Mi meta es ir al poder judicial para denunciar todo esto y que no mas sinvergüenzas vivan de los peruanos”.
El embajador se quedo como si le hubiesen inyectado morfina de alto dopaje, medio mudo por unos segundos, reaccionando enseguida: “Doctor Fernández pero todo tiene sus canales en el ministerio de relaciones exteriores hay una comisión que investiga todo y allí usted y todos los peruanos en el exterior pueden canalizar sus denuncias”.
(Entre mi decía, este señor de Carrusel, piensa que los peruanos son ingenuos, tontos o que? Vamos a denunciar algo en una comisión que funciona dentro de su misma institución. Que payaso este señor embajador o se salio de su Carrusel?. Porque si eso funcionara hace mucho tiempo el embajador Paulinich que trabajo en la embajada peruana en Austria estaría preso o destituido del cargo para siempre, el embajador Raúl Patino Alvistur que esta ahora en Singapur, limpio de polvo y paja estaría corriendo la misma suerte así como la mayoría de embajadores que viven como millonarios gracias al impuesto de los peruanos).
Enseguida intervine: “Señor embajador, lamentablemente las cosas que he escrito en Blog son todas ciertas y si me quieren denunciar, feliz estaré. Además Ustedes se han equivocado. Lo que hacen Ustedes algún día tiene que acabar. Yo tengo 33 anos me quedan, si Dios lo permite, otros 30 anos para luchar por eso. Por suerte no tengo vicios y tampoco tengo ambición por tener auto de lujo como Ustedes lo suenan, no tengo amor por un Mercedes Benz ni por un Volvo, lo que yo busco es que el sistema podrido de mi país cambie. Y yo utilizo los mejores mecanismos no los que Usted diga. Así que seguiré en mi lucha”.
La reunión duro 60 minutos, de los cuales solo 2 minutos lo dedico al tema para tratar de canalizar mi denuncia de discrimación racial al grupo parlamentario de la minorías checo. Lo único que el embajador atino a decir fue: “Hágalo solo por su cuenta”.
Me levante del sofá de cuero fino, Berticka se despertó, y en complicidad le dije: “Mira Berticka, ese señor Embajador que esta en frente nuestro gana 15 000 dólares al mes, el gobierno peruano le paga una mansión de 10 000 dólares al mes, también le paga un mayordomo, una cocinera, un chofer, cenas y carro Mercedes Benz incluido, es decir el solito nos cuesta a todos los peruanos 35 000 dólares mensuales mientras en el Perú el sueldo minimo es de 160 dólares”.
Y todo eso gracias a gobiernos ineptos y crueles que no dan prioridad a la educación ni la salud”. Berticka, que es muy inteligente como entendiéndolo todo me da una lamida de cara con mucho cariño.
Al despedirme del señor Embajador Salas, me tome un tiempo para dejarle una publicación que hice sobre “la impotencia” en el ultimo numero de la revista Científica de Ginecología en la Republica Checa. Se que no lo leerá, no solo porque esta en checo sino porque el “Embajador esta Dolido”.
Hasta pronto!.